viernes, 1 de abril de 2011

El hombre que camina despreocupado hacia nosotros por la playa de Pinamar es Alfredo Yabrán, y está muerto. Se suicidó. Dicen que por culpa de esa foto. “Es como un disparo entre los ojos” dicen que dijo. El hombre que la tomó es José Luis Cabezas, y también está muerto. Lo mandó a matar Yabrán, dicen que por esa foto. ¿Una fotografía vale dos vidas?
José Luis Cabezas  hizo visible el rostro de un hombre cuya fortuna creció en las sombras, tal vez porque el entramado político, financiero y delictivo que la hizo posible no toleraba la luz. Alfredo Yabrán lo mandó asesinar para demostrar un poder refractario a la mirada de los demás, para mantenerse oscuro. ¿Qué exhibió cada uno?
Dicen que Alfredo Yabrán fue un empresario. “Un humilde cartero”, se definió. “El poder es impunidad”, se definió. Los compañeros de José Luis Cabezas dicen “No se olviden. No olvidamos”. “Es un hombre”, dicen.  ¿Qué valor tiene una vida?.